viernes, 15 de noviembre de 2019

VISITA INESPERADA ¡QUÉ SORPRESA!

El lunes, mientras estábamos en la asamblea hablando de la vida de los esquimales, no podíamos creer lo que estaban viendo nuestros ojos en la ventana, ¡era una esquimal! 



Qué sorpresa cuando tocó a la puerta y entró a clase a visitarnos...aunque no podía hablar porque él hablaba esquimal y no lo entendíamos, nos trajo una carta en la que nos contaban muchas cosas sobre cómo es su vida en el Polo Norte. 


Nos contó que se llamaba Amaru y  se había enterado que en el colegio  El Alba los niños de infantil estaban  estudiando el Polo Norte, donde él vive, así que  quería contarnos muchas cosas de su pueblo y su vida, para que les conociéramos mejor. 




Entre tantas cosas,  tal y como Aroa y su mamá nos dijeron, nos comentó que no les gustaba nada que les llamaran esquimales, les resultaba feo y ofensivo, que ellos eran inuits.  Y también nos enseñó una foto de su familia en la que aparece él cuando era pequeño...


Amaru  trajo su caña de pescar para que viéramos lo que comían, ¡era pescado de verdad!  ¡pescado fresco recién pescadito del mar congelado! ¡qué olor a pescado teníamos en la clase!  no nos lo podíamos creer. Nos contó qué comían pescado pero que era un poco complicado pescar con el agua congelada y nos enseñó una foto de él pescando aunque no solo comían pescado sino también carne de foca, de oso o de ballena.  







También nos trajo una foto del "saludo esquimal", que nosotros ya lo conocíamos porque nos lo  había contado Aroa y su mamá.  Aunque, nos dijo que ya no se saludan así, eso era un tradición antigua, ahora se dan la mano.



Nos presentó a su mejor compañero, su perro Jach,  un Husky Siberiano que le ayuda a tirar de su trineo; como se no lo puedo traer del Polo Norte porque era un viaje muy largo nos enseñó una foto y nos trajo un regalito para que pudiéramos disfrazar de Husky







Y llegó el momento de la despedida...al principio nos dimos un buen  susto, pero luego no queríamos que se marchara, nos lo habíamos pasado pipa con él y nos encantó todo lo que nos contó y nos enseño... GRACIAS AMARU






Antes de marcharse, como sabía que conocíamos los códigos QR nos dejó un último regalito, ¡un código QR!


Al leerlo esto es lo que nos decía:


                                         

Os dejamos una canción para que podáis cantarla en familia y recordar a Amaru.






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